¿Boca sana, pulmones sanos? Cada vez hay más evidencia que relaciona la salud bucal con otros problemas sistémicos de la salud, incluyendo algunas enfermedades respiratorias. Por lo tanto, además de cuidar de la salud bucal de sus pacientes, el equipo dental puede cuidar de su salud y bienestar generales.
Las enfermedades respiratorias son responsables de una morbilidad y una mortandad considerables, tienen una gran prevalencia y causan un daño considerable a la salud de las personas y los costos de los cuidados de salud. Se ha reportado que las infecciones respiratorias de las vías bajas (neumonía) son la tercera causa de muerte más frecuente a nivel mundial.
La boca es la entrada al cuerpo y, con ello, a los pulmones. La placa dental actúa como un depósito en potencia para patógenos respiratorios, además de que se ha descubierto que hay algunos patógenos orales, incluyendo algunos asociados con la enfermedad periodontal, que han estado implicados en enfermedades pulmonares. Además de encontrarse en la placa dental, los patógenos están presentes en la saliva y en los tejidos bucales blandos. Los que se encuentran en la cavidad bucal y en la orofaringe pueden ser aspirados a los pulmones y, así, dar lugar a una infección.
También se cree que hay una relación entre la periodontitis y la neumonía, ya que un estudio descubrió que entre pacientes de edad avanzada que padecían de periodontitis grave había una probabilidad cuatro veces mayor de que murieran de neumonía que entre quienes no padecían de esta condición. Una revisión del año 2020 de los resultados de pacientes en unidades de cuidados intensivos examinó el alcance de la higiene bucal para ayudar a evitar la neumonía asociada a la ventilación mecánica (NAVM). Se descubrió que una higiene bucal que consistía en cepillarse los dientes redujo el riesgo de padecer NAVM en comparación con casos sin cepillado. Además, se concluyó que "la limpieza bucal con gluconato de clorhexidina (CHX) probablemente evita la NAVM en pacientes con enfermedades graves que reciben tratamiento en unidades de cuidados intensivos".
En otro estudio se encontró un vínculo entre el asma severa y la periodontitis, aunque no quedó claro si se trata de una relación directa en alguna de las dos direcciones o si se debía a los medicamentos usados. Se reportó también que una revisión sistemática validó la relación entre la periodontitis y la neumonía, el asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Además, se ha sugerido que una mala higiene bucal podría aumentar el riesgo de padecer una infección por COVID-19 más grave durante la reciente pandemia.
Promover la higiene bucal y una buena salud oral
Es indispensable explicarles a nuestros pacientes la importancia de una buena salud bucal en el contexto de su salud general, incluyendo el papel que ésta juega en las enfermedades respiratorias. También es importante hacer énfasis en la prevención de la enfermedad periodontal o, en dado caso, evitar su avance, además de resaltar la importancia de acudir regularmente a consultas dentales para recibir el tratamiento adecuado y asesoría. Esto debería incluir:
- La eliminación de todos los factores de riesgo que sea posible, aconsejando, por ejemplo, el dejar de fumar
- Brindar consejos de higiene bucal personalizados, incluyendo cepillarse bien los dientes dos veces al día y usar herramientas de limpieza interdental.
- Recomendar el uso de enjuagues bucales con CHX, cuya capacidad para ayudar a controlar la enfermedad periodontal, tratar la gingivitis y promover la curación de encías inflamadas está demostrada. El CHX ayuda a reducir la placa y la gingivits. Además, también puede ayudar, como uso no indicado, a reducir el riesgo de NAVM en pacientes particularmente vulnerables en las unidades de cuidados intensivos.
En última instancia, mantener en buen estado la salud bucal de nuestros pacientes puede ayudar a reducir el riesgo de que padezcan de otros problemas sistémicos, como las infecciones respiratorias.